sábado, 9 de julio de 2011

Idolatría. El becerro de oro

La historia del becerro de oro, es uno de los acontecimientos bien conocidos del Antiguo Testamento. Esta historia se remonta a la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto realizada por Dios por medio de Moisés. Nos podríamos preguntar ¿qué relación pueden tener los acontecimientos del 1200 a.C. con los que podemos vivir en el 2000 d.c.? En lo personal, al leer la historia, comprendo algo nuevo y diferente a lo que atrás había notado.

En esta nueva lectura de Éxodo, mi atención se capturó en los bienes: las joyas, las ropas, etc. Jeje… no es broma. En ocasiones, cuando leemos la historia de la salida del pueblo de Dios por Egipto, llaman más la atención cosas tan majestuosas como las plagas, la muerte de los primogénitos la noche de la Pascua, las tablas de la Ley, el cruce del Mar Rojo, etc. y sin lugar a dudas son la médula del relato, además de que son una hermosa figura de lo que Cristo hizo en la cruz por amor a nosotros. Pero esta vez, me di cuenta de lo que Dios deseaba para su pueblo al concederles posesiones materiales.
Todas las citas son del libro del Éxodo.
LO QUE DIOS NOS DA3: 21-22 “Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.” 11,2-3 “Habla ahora al pueblo, y que cada uno pida a su vecino, y cada una a su vecina, alhajas de plata y de oro. Y Jehová dio gracia al pueblo en los ojos de los egipcios…” 12, 35-36 “E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. Y Jehová dió gracia al pueblo delante de los egipcios, y le dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios.”
Dios le permite a Su pueblo el hallar gracia delante de los egipcios y que ellos les diesen todo cuanto les pedían los israelitas. Nosotros como hijos de Dios, también gozamos de esta bendición de parte del Señor. Dios promete proveer de buenas cosas a sus hijos. Dios nos ama de tal manera que nos provee de las cosas necesarias para nuestra vida, incluso consintiéndonos un poco al regalarnos lujos o cosas de un valor económico alto.
Es Dios mismo el que nos provee de estas cosas delante de el mundo (Egipto) Nos promueve a mejores puestos en el trabajo, nos da gracia para obtener un aumento de sueldo, nos genera nuevas y mejores relaciones comerciales con nuestros clientes,etc. El nos da gracia delante de la gente en cuestiones económicas. Ahora bien, eso queda claro, pero ¿que es lo que nosotros hacemos con lo que Dios nos provee? ¿en que lo ocupamos?
LO QUE NOSOTROS HACEMOS 
32,2 “Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las manos de ellos, y les dió forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.”
Muchas veces nosotros tomamos lo mejor que tenemos (dado por Dios) y lo desarrollamos para cosas que no le agradan a Dios. Talentos musicales, aptitudes para relacionarnos con gente, carisma, excelente salud física, etc. Lo mejor lo tomamos, y hacemos de eso, algo que no le agrada a Dios.Además de ello, en el acto mismo, olvidamos que Dios es la fuente misma de nuestras bendiciones. Decimos igual que Israel “estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto”. No reconocemos a Dios. Pensamos que nuestra sabiduría, nuestras aptitudes, nuestro talento, nuestras riquezas son NUESTRAS. No necesitamos a Dios. Aún cuando Dios mismo es el que nos da gracia para obtener lo que tenemos, fácilmente lo olvidamos. Dios fué el que les dio gracia para obtener ese oro, y con ese mismo oro nosotros nos exaltamos a nosotros mismos y hacemos cosas desagradables delante de Él.A mi me ha pasado y creo que ha muchos nos pasa. Pero Dios nos perdona y nos da nuevas oportunidades para adorarle :)
LO QUE DIOS QUIERE  
25, 8 “Y harán un  santuario para mí y habitaré en medio de ellos.” 29, 45 ” Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios” 35, 5-9 “Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce, azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, y piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral” 35, 22-24 “Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro y todos presentaban ofrenda de oro a Jehová. Todo hombre que tenía azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros teñidos de rojo, o pieles de tejones, lo traía. Todo el que ofrecía ofrenda de plata o de bronce traía a Jehová la ofrenda; y todo el que tenía madera de acacia la traía para toda la obra del servicio.”
Todo esto que traían  los hijos de Israel, era para la construcción del tabernáculo, en donde Dios habitaría en medio de ellos en su peregrinaje temporal hasta llegar a la tierra prometida a Abraham.Dios nos da todo lo que tenemos, así como los bienes materiales, para Su obra, con la hermosa promesa y el enorme privilegio de que morará en medio de nosotros. Dios nos da gracia delante de los hombres para obtener bienes materiales, para que los pongamos a Su disposición, y cuando hacemos realmente eso, El mismo habita en medio de nosotros.
UN PARALELO HERMOSO
La vida del cristiano es hermosamente reflejada en estos pasajes tan sorprendentes de la Escritura. Somos esclavos del pecado y destinados a muerte (esclavitud en Egipto) Dios nos libera y nos regala vida a través del sacrificio de Su Hijo Jesucristo en el calvario (un cordero sacrificado en la noche de la Pascua para liberar a los israelitas) Dios nos provee de grandes bendiciones delante de las demás personas (Dios le concede a Israel joyas y bienes de los egipcios) Todo lo que tenemos por la Gracia de Dios lo utilizamos para que Su presencia more en medio de nosotros (Espíritu Santo) en nuestro tabernáculo pasajero (cuerpo) hasta la hora de encontrarnos con El en el cielo prometido, en nuestros cuerpos revestidos de gloria y en Su Santo Templo (los israelitas ofrecen lo que Dios les dio por gracia para la construcción del tabernáculo donde Dios les guiaba en su peregrinaje hasta la tierra prometida, en donde posteriormente fue levantado Su templo en Jerusalén) Estamos en camino a la “tierra que fluye leche y miel” :D En nuestro peregrinaje, adoremos con todo lo que tenemos, para que Su presencia vaya siempre con nosotros.

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